Después de durar un tiempo en la soltería, cuando se regresa a las relaciones amorosas, las perspectivas de las mismas cambian. Ahora, uno quiere hacer las cosas bien, se interesa por romper con patrones que habían dañado las anteriores relaciones, y aparece algo que uno creía que solo eran historias de hadas: la responsabilidad afectiva.
La responsabilidad afectiva se ha vuelto un tema común de escuchar, pero ¿Qué es?; es el cuidado consciente de uno y la otra persona durante una relación, en la que el consenso, el cuidado y el diálogo; se vuelven el eje central de la pareja.
Sin embargo, en una época de hiperconectividad y miedo al compromiso, la responsabilidad afectiva se convierte en un tema que no es fácil de lograr.
Le puede interesar: Unión ¿Desunida?
No obstante, está responsabilidad puede llegar a conseguirse después de pasar por muchas situaciones en las que la vida y el amor parecen dar lecciones, después de relaciones fallidas, querer hacer las cosas bien, es lo que lo hace, que uno entienda, que maduró, que avanzó y que, después de tanto, por fin se está listo para tener una verdadera relación, una en la que el amor maduro será la base.
Todos, desde el principio deberíamos tener claro la importancia de la responsabilidad afectiva, pero entiendo, que es solo posible llegar a ella, después de un par de errores, porque hasta que uno no entiende al 100% su relevancia para la vida, no podríamos querer «sentar cabeza».
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Freepik
*Las opiniones expresadas no representan la posición editoal de Zona Captiva. Es responsabilidad exclusivamente del autor.