Bridgerton salió al aire en marzo del 2020, una serie basada en los libros escritos por Julia Quinn y que su primera publicación vio la luz 20 años atrás de su fecha de estreno. La serie se centra en la alta sociedad de Inglaterra entre 1813 y 1820, ambientando los bailes de presentación en sociedad de las jóvenes criadas específicamente para ser esposas, pero que, en medio de todo este alboroto, empiezan a leer a Lady Whistledown y su columna de chismes que escandaliza a las tradiciones de aquel entonces, pero aviva el deseo de conocer hasta los últimos secretos de la sociedad inglesa.
El pasado 13 de junio, se estrenó en una de las plataformas de Streaming más famosas la segunda parte de la tercera temporada; en esta entrega veríamos la vida de quien está detrás de este personaje reconocido por sus chismes y recorreríamos una de las historias de amor, tal vez para mí, más esperadas por la audiencia. No obstante, aunque sería feliz hablando del final de la serie que logró que la viera en tres días, cosa poco común en mí, les garantizo que no habrá spoilers durante la columna, así podrán seguir disfrutando este texto sin miedo a que les arruine esta temporada.
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Mi columna inspirada en la emoción de la serie quiere centrarse en porqué es tan exitosa esta adaptación literaria en pleno siglo XXI, cuando nos hemos esforzado durante tantos años en romper las cadenas de abnegación matrimonial y los papeles otorgados a las mujeres en la sociedad que se ven reflejados ahí, ¿por qué la serie que habla de amor y lazos matrimoniales hechos entre familias llega a ser una de las más vistas en streaming en Colombia y al menos otros 92 países?
Basta con ver las redes sociales para entender el impacto que ha tenido esta serie: reels, plantillas, carruseles, entrevistas, junto con otros contenidos, son el eje fundamental de esta tendencia Bridgerton que hace anhelar tener un amor como lo vemos reflejado en pantalla. Las cifras entregadas por la plataforma muestran que esta tercera temporada obtuvo un total de 165.2 millones de horas de reproducción desde que se estrenó en mayo, convirtiéndola en la mejor entrega hasta ahora.
Pero volviendo al tema de la revolución que ha causado y el porqué de la misma, acá va mi opinión: Bridgerton, más allá de ser una serie que reflejaba una realidad que ya no existe, tiene algo que todos anhelamos, independiente de la concepción actual frente a las relaciones y el amor, Bridgerton nos hace anhelar que somos capaces de tener voz y ser amados por ello. En sí, el éxito de esta serie se basa principalmente en el hecho de que una señorita que pasa inadvertida toda su vida logra resaltar y ser valorada por sí misma ¿quién no desea eso?
Además, hay que aceptar que el amor a la antigua también resulta tentador, y no, no a la antigua en que se ofrecían vacas, dotes, terrenos y demás elementos al hombre vendiendo a la mujer a él, sino el amor puro solo entre dos personas, el amor que surge de una amistad, el amor que te ve a los ojos y te hace sentir como si no existiera nadie más en el universo; ese amor que te hace creer en el matrimonio y en el compromiso para toda la vida. Lo irónico de eso es que, como sociedad, ahora no creemos en eso, es común ver y repetir frases como “todos y todas mienten” o para estar en tendencia “fan de su relación.”
La verdad es que, en medio de un sentimiento de empoderamiento, no solo femenino, sino como sociedad, está el hecho de que todos ahora anhelamos un amor puro, algo que, muy a mi parecer, nos dejó como enseñanza la pandemia, pues hoy, cuatro años después del encierro, todos aprendimos que la libertad es increíble, pero que compartir la vida con alguien que te la alegre, hace que sea un poco mejor todo, no obstante, sé que los cuentos de hadas o las historias de los Bridgerton no son fáciles de conseguir, pero eso no quita que no queramos manifestarlas para nosotros.
Por otro lado, considero que hay otro elemento que hace que la revolución de esta serie en el siglo XXI sea tan alta: siguen pasando cosas que sucedían en aquel entonces. Les dije que no habría spoilers de la última temporada, pero sí habrá un par de las anteriores, así que aquí van. Ver a Penélope como Lady Whistledown es un hecho revolucionario, ella es mujer, de contextura “gruesa”, introvertida, que además vivía en una sociedad donde literalmente se le enseñaba que solo tendría valor si estaba junto con un hombre que cuidara y respaldara, pero que ella misma decidió romper al convertirse en un referente, en una mujer con poder que obtenía dinero para sí misma, que podía llegar tan lejos como quisiera y, aunque el temor de ser “solterona” la persiguió, sabía al final que no requería de ningún hombre para mantenerla, más bien, lo necesitaba para conseguir cierto grado de libertad, pues al final, para eso es una pareja ¿no? Para ser nosotros mismos sin importar más.
Y es que esta rebeldía de Penélope es algo que sigue sucediendo y que probablemente muchas mujeres seguirán sintiéndose representadas, aunque ya no nos enseñan a ser mujeres para tener esposo, sigue siendo difícil ser una mujer con voz. Sé que en este punto muchos saltarán diciendo que ahora ser mujer es más fácil, solo basta con decir “soy mujer” para obtener beneficios, pero la realidad es que seguimos siendo mal vistas cuando nos centramos en obtener dinero antes de familia, cuando decidimos vivir una sexualidad libre o, cuando por ejemplo, queremos escalar a algún cargo importante ¿quién no conoce en su oficina un chisme del tipo “es que esa se acuesta con el jefe y por eso le va bien”, parece raro, pero sigue siendo más común de lo que se espera, por lo tanto, es normal que ver a una mujer en una serie empoderada, haga que las personas también consideren que tienen oportunidad de encontrar su voz y demostrarle a la sociedad que valen por sí mismas, no por quien está a su lado.
Resulta interesante como una serie sencilla, de historia fácil de seguir y basada en algo tan simple como un hilo conductor de una columna de chismes, resulta ser tan impactante y despertar en los queridos y gentiles espectadores tantas emociones. Si ya se vieron la serie, espero que se sientan tan inspirados como yo para encontrar su voz y recordarse que todos los proyectos que tienen pueden hacerse realidad, si no se la han visto, les aconsejo darle una oportunidad, al final, quien quita que logren encontrar un mensaje de superación detrás de una columna de chismes.
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Por: Paula Andrea Porto Tavera
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