«Mi papá me pegaba y acá estoy siendo una persona de bien» «Es que la letra con sangre entra» frases clásicas de cualquier generación para justificar la violencia intrafamiliar, pero la violencia no es la solución.
Hace poco fue tendencia la noticia de cómo el padrastro de un niño en Valle del Cauca lo hizo caminar desnudo en la calle porque no lo obedecía, y lo peor del caso, es que la mamá dice que no lo juzguen, pues su hijo es bien complicado. Sin embargo, cómo es posible que vivamos en una sociedad donde creamos que la manera de educar a un niño es generándole traumas.
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Muchos dirán que es porque son la generación de cristal, sobre todo cuando también hubo noticia de cómo un niño demandó a sus padres por trabajo infantil porque lo pusieron a hacer aseo, no obstante, la crianza no debe ser basada en traumas y miedos, porque son quienes crecen como adultos ansiosos sin saber tener relaciones armoniosas y enfrentar la presión.
La violencia no es la solución porque no podemos seguir formando personas a punta de traumas y miedo a personas de autoridad, debemos promover la educación y crianza basada en confianza y diálogo, en respeto pero no temor.
Un niño que se educa con amor será una persona emocionalmente estable, que es lo que actualmente necesita la vida y las futuras generaciones, pues son el cambio real y sólo con amor lo lograrán
Dejemos de justificar a padres violentos bajo una crianza necesaria, más bien debemos promover que padres así asistan al psicólogo y sanen los traumas que ellos tienen desde infancia y que les impide criar a niños felices y con excelentes valores sociales.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Freepik
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