Sabemos que el 2020 pasó a la historia como el año en el que la tierra cambió su dinámica a causa de la Pandemia por el Covid-19, afectando a todos los países, los habitantes y los sectores económicos. Sin duda, ante la necesidad de aplicar las indicaciones de las autoridades sanitarias en especial en lo que respecta al distanciamiento social, hizo que subsectores económicos como el de los eventos, entraran la franca y angustiante dinámica de cambiamos o morimos… y muchos se quedaron en ese camino de adaptarse por sentir afectada su esencia; mientras otros pasaron de cero presencialidad a 100% de virtualidad y lograron adaptarse, dando más de lo que el mundo conocía.
La creatividad y las ventajas tecnológicas llevaron a que se crearan espacios virtuales con enormes y variadas posibilidades, que garantizan el poder conectarse desde casa, aislado, pero reunido con esos públicos de interés que antes nos convocaban en grandes salones, parques, teatros, hoteles, pero que luego pasó a llevar a usar todo tipo de dispositivo tecnológico para conectarse e incluso pudiendo estar en varios eventos o reuniones empresariales y hasta familiares o de amigos, al tiempo, usando celular, Tablet y PC.
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Incluso se ha logrado hacer ferias, congresos, foros, competencias, conciertos, concursos y hasta carreras de observación virtuales, aprovechando e interconectado todo tipo de opciones en Internet unidas a convocatorias por mail, redes sociales, web y otros medios digitales; para invitar a eventos que hasta avatars tienen, stands virtuales, tarjetas digitales, citas y ruedas de negocios, pudiendo llegar a un salón virtual y ser direccionado a salas a manera de pequeños salones… el abanico es inmenso, pues esto se mezcla con juegos virtuales que van desde sencillas encuestas, hasta bingos y fiestas de cierre.
Lo otro que se volvió una necesidad fue el entender cómo funcionan las plataformas virtuales, las diferencias de unas y de otras, cómo silenciar el micrófono, prender la cámara, cuadrar la luz, compartir la presentación y usar o no un fondo virtual; siempre cuidando la marca personal, porque hay que evitar que el ambiente familiar se evidencie cuando se quiere ver más profesional e institucional.
Pero ahora también y de a poco iremos aprendiendo a asistir a eventos presenciales con todas las medidas de bioseguridad, hasta que un día y gracias a la famosa inmunidad de rebaño podamos volver a los escenarios que teníamos en 2020 y para atrás.
Aunque sin duda también llegó y para quedarse la posibilidad de hacer eventos híbridos, que son los que tienen las ventajas de cercanía, humanización, con networking real y estructurado, pero con la posibilidad también de tener experiencias sin barreras geográficas, bioseguras, con costos menores y con impacto visual.
Recientemente, tuve la oportunidad de coordinar la logística de un evento híbrido, usando un set virtual, con el equipo técnico 100% presencial y con los conferencistas 100% en la virtualidad, unos pocos pregrabados y la mayoría en directo, desde diferentes partes del País, e incluso del mundo.
Estos son la antesala de los eventos híbridos con parte de público presencial y retransmitidos en streaming que ya se están empezando a ver y será la tendencia de los próximos años, pues si bien el evento virtual fue una necesidad de la pandemia y ha resuelto y lo sigue haciendo a la perfección la necesidad de seguir haciendo eventos, sus ventajas más que considerables (ahorro de tiempos y dineros, destrucción de barreras físicas y dimensionamiento de la audiencia por el mismo precio, entre otras ventajas) lo han convertido en una solución más a añadir al portafolio de tipos de eventos que ha venido para quedarse, bien sea en su formato 100% remoto, como en presencial o híbrido y hablo de portafolio porque sin duda, la sugerencia para quienes desean un evento es dejarse asesorar de quienes estamos en este mundo y aplicamos el conocimiento del evento presencial al virtual y ahora al híbrido, para que salga bien todo hay que dejar que los que saben hagan, zapatero a tus zapatos.
Por: Luz Marina Gamarra
Instagram: @luzmarinagamarra
Imagen: Cortesía de Luz Marina Gamarra
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