Lindo ha sido ese momento de nuestra infancia en el que nuestros docentes nos insistían una y otra vez cómo un trabajo en equipo podía traer beneficios para todos los involucrados, beneficios que podían trascender del trabajo que había que realizar.
Cuando crecemos, en el colegio, viendo los partidos de fútbol en casa, entregando la tesis en la universidad, en muchos momentos de nuestra vida, vemos ejemplos de cómo trabajar en equipo puede hacer que todos estemos de la mejor manera posible, y así lograr los objetivos planteados y que se planteen durante el desarrollo de un proyecto…
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Ahora, la pregunta que me hago, viendo todo esto que está pasando es: ¿Son los organismos internacionales un ejemplo de trabajo en equipo? Pues a decir verdad, la última década me han demostrado que son una estafa.
Los organismos multilaterales han demostrado ser lo opuesto a un trabajo en equipo articulado para la gestión de procesos y desarrollo fiel de los objetivos planteados, han demostrado desvergonzadamente su corrupción y su falta de voluntad por perseguir el espíritu que le dio forma a tales entes políticos.
Y es que la política ha sido lo más oscuro, asqueroso, nefasto y cruel que le sucede al mundo, mucho más que las mega corporaciones ultracapitalistas que se pasean a sus anchas por ahí con sus fraudes fiscales y sus escandalosas estafas. La política ha hecho en estratos tan altos como las grandes fortunas y tan bajos como las grandes mafias del narco y las grandes corporaciones de guerra.
Los organismos internacionales brillan por su inutilidad, hablan de democracia apoyando asesinos, hablan de paz girando cheques multimillonarios para la munición y las armas del sufrimiento y la muerte. ¡Qué fácil es responder ante intereses tan líquidos como el dinero y los favores personales!, ¡qué fácil es ser un peón en un tablero de ajedrez donde no debes rendir cuentas de tu invisible gestión.
Qué dichoso es ser parte de un organismo, decir que eres de la ONU, de la OEA, Unicef, OMS, ACNUR… Y al final, ignorar por completo que tú formas parte de una organización que no sólo ondea banderas de beneficencia, vive del sufrimiento ajeno, la mentira y la desgracia ajena… mientras tu país según, aboga por derechos humanos, tras bastidores negocian el monto de la transferencia del mes, en paraísos fiscales que todos conocen.
Los organismos multilaterales son la razón, por la que los tiranos no son más fuertes, y el porqué de la debilidad de las democracias. Creemos en el bienestar común, aún cuando nuestros políticos nos arriman día tras día hacia el abismo, con el discurso de representar nuestros intereses, acechando el futuro no sólo de nuestros hijos, sino el de nuestros nietos. No hay nada más duro que no tener respuestas ni explicaciones para un niño que pregunta cómo llegamos hasta acá.
En las películas el bien siempre triunfa, en la realidad, no he visto tal desenlace en los tiempos modernos, el mal siempre logra escapar a su al castigo y se vuelve más fuerte, más astuto, más insoportable…
Y en el mundo de los mortales, citando palabras del presidente Milei: El maligno está sentado en el trono de Roma.
Si esto no te abre los ojos, o estás ciego, o eres muy noble para reaccionar.De
Lindo ha sido ese momento de nuestra infancia en el que nuestros docentes nos insistían una y otra vez cómo un trabajo en equipo podía traer beneficios para todos los involucrados, beneficios que podían trascender del trabajo que había que realizar.
Cuando crecemos, en el colegio, viendo los partidos de fútbol en casa, entregando la tesis en la universidad, en muchos momentos de nuestra vida, vemos ejemplos de cómo trabajar en equipo puede hacer que todos estemos de la mejor manera posible, y así lograr los objetivos planteados y que se planteen durante el desarrollo de un proyecto…
Ahora, la pregunta que me hago, viendo todo esto que está pasando es: ¿Son los organismos internacionales un ejemplo de trabajo en equipo? Pues a decir verdad, la última década me han demostrado que son una estafa.
Los organismos multilaterales han demostrado ser lo opuesto a un trabajo en equipo articulado para la gestión de procesos y desarrollo fiel de los objetivos planteados, han demostrado desvergonzadamente su corrupción y su falta de voluntad por perseguir el espíritu que le dio forma a tales entes políticos.
Y es que la política ha sido lo más oscuro, asqueroso, nefasto y cruel que le sucede al mundo, mucho más que las mega corporaciones ultracapitalistas que se pasean a sus anchas por ahí con sus fraudes fiscales y sus escandalosas estafas. La política ha hecho en estratos tan altos como las grandes fortunas y tan bajos como las grandes mafias del narco y las grandes corporaciones de guerra.
Los organismos internacionales brillan por su inutilidad, hablan de democracia apoyando asesinos, hablan de paz girando cheques multimillonarios para la munición y las armas del sufrimiento y la muerte. ¡Qué fácil es responder ante intereses tan líquidos como el dinero y los favores personales!, ¡qué fácil es ser un peón en un tablero de ajedrez donde no debes rendir cuentas de tu invisible gestión.
Qué dichoso es ser parte de un organismo, decir que eres de la ONU, de la OEA, Unicef, OMS, ACNUR… Y al final, ignorar por completo que tú formas parte de una organización que no sólo ondea banderas de beneficencia, vive del sufrimiento ajeno, la mentira y la desgracia ajena… mientras tu país según, aboga por derechos humanos, tras bastidores negocian el monto de la transferencia del mes, en paraísos fiscales que todos conocen.
Los organismos multilaterales son la razón, por la que los tiranos no son más fuertes, y el porqué de la debilidad de las democracias. Creemos en el bienestar común, aún cuando nuestros políticos nos arriman día tras día hacia el abismo, con el discurso de representar nuestros intereses, acechando el futuro no sólo de nuestros hijos, sino el de nuestros nietos. No hay nada más duro que no tener respuestas ni explicaciones para un niño que pregunta cómo llegamos hasta acá.
En las películas el bien siempre triunfa, en la realidad, no he visto tal desenlace en los tiempos modernos, el mal siempre logra escapar a su al castigo y se vuelve más fuerte, más astuto, más insoportable…
Y en el mundo de los mortales, citando palabras del presidente Milei: El maligno está sentado en el trono de Roma.
Si esto no te abre los ojos, o estás ciego, o eres muy noble para reaccionar.
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Posmodernia
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