Mi participación en el festival de cine con celulares de #Smartfilms2023 me dejó una gran lección de vida que tiene nombre y apellido #MichaelEstebanOsorio
Cuando conversé por primera vez con Michael Esteban y su familia para llevar a la gran pantalla la increíble historia de superación que su vida representa, no dimensioné la gran lección que #RenacerLaHistoriaDeMichael dejaría en mi vida y es que este corto participante en la categoría #SmarTICIncluyente del referido festival escrito por su protagonista, narra la vida que ha tenido que llevar este jovencito que tras sufrir un ACV durante su adolescencia vio reducidas sus capacidades cognitivas y visuales a grados en los que no tiene memoria de trabajo y es incapaz de definir rostros, lo cual le ha hecho perder incluso amigos porque si los encuentra en la calle no es capaz de advertir de quién se trata a menos de que le hablen.
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Michael se vio obligado a abandonar la universidad al no poder memorizar lo suficiente como para sumarse a la cotidianidad de un proceso educativo basado en recordar lo que te enseñan, y así por el estilo mil cosas.
Vale la pena destacar que mi gran lección obviamente viene de la resiliencia y empuje de Michael, pero más y más de su familia que a punta de amor, paciencia y apoyo incondicional, ese que solo puede permanecer si se cultiva a diario, han sabido ser los ojos, la memoria y el bastón que la vida de Michael Esteban necesita para cumplir sus sueños a pesar de sus limitaciones.
Como madre y muchas veces padre que me ha tocado ser de mis hijos no puedo más que quitarme el sombrero ante la inigualable capacidad de amar de Blanca, Andrés y Anderson los padres y hermano del protagonista de una historia que quizá sea la de muchos hogares en el mundo y que ojalá sirva de combustible a quienes atraviesan por problemas parecidos para avanzar a partir del afecto y la presencia. Dios bendiga a la familia Esteban Osorio y a quienes técnicamente hicieron posible este corto, Erika, Rossy, Rosa y Darwin.
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Por: Erika Baute
Instagram: @erikabauteak
Imagen: Cortesía familia Esteban
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