Hoy seguimos en una especie de narco estado. Si bien los carteles de la droga de los años 70’s y 90’s controlaban las instituciones públicas con la política del miedo, el soborno, la extorsión y el terrorismo, hoy no es tan distinto nuestro panorama nacional. Pues seguimos encontrando casos de corrupción como el del Ex embajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente a quien se le encontró en una de sus fincas en Guasca, Cundinamarca, un laboratorio de cocaína. Dicha propiedad contaba con tres instalaciones que tenían la capacidad de producir 1,8 toneladas de cocaína mensual. Por otro lado, en los allanamientos realizados en la propiedad el pasado 12 de febrero, se encontraron 6.896 kilos de sustancias químicas para elaborar clorhidrato de cocaína, nueve kilogramos de cocaína y pasta base que se encuentran en cadena de custodia. Es una desfachatez que un diplomático colombiano nos deje a nivel internacional en tan mal concepto. Está vinculado a la investigación y eso ya es suficiente. No era para menos su renuncia.
Nos encontramos también, con el escándalo de la ñeñe política. José “El Ñeñe” Hernández es hoy por hoy el personaje fantasma de la política colombiana. Fue asesinado en Brasil supuestamente por robarle un reloj Rolex, pero el supuesto exportador de carne, comerciante de hidrocarburos y ganadero se le encontró vínculos con el narcotraficante Marcos de Jesús Figueroa, alias “Marquitos figueroa”. Como su brazo político y financiero. El Ñeñe era un costeño que se coló en la clase dirigente política y se hizo presuntamente a cargo de la campaña del presidente Iván Duque en el Cesar y en la Guajira. Cayita daza, una asesora de confianza del ex presidente Uribe apareció en unas llamadas coordinando con el ñeñe en esos departamentos la compra de votos. Entonces, seguimos sin duda en un país donde la democratización del voto y su transparencia en las urnas es una parafernalia y no es llevado con transparencia. No puede ser que hoy los funcionarios públicos y personajes políticos sigan negando esta realidad vigente que se evidencia en casos tan graves como este en el ejercicio de hacer política y democracia electoral. Estos casos corroboran las opiniones de la gente que sigue considerando insuficientes y poco honestas a las instituciones gubernamentales.
Cayita también le manifestó preocupación al ñeñe para pasar mil millones de pesos a esos departamentos para las votaciones en segunda vuelta, donde el contrincante recordemos, era Gustavo Petro. En esos audios la conversación con el Ñeñe y Cayita Daza termina con la funcionara diciendo: “Me mandó Iván y Uribe para Manaure, Uribia, Riohacha y Maicao, tenemos que ganar en La Guajira”. Refiriéndose al mandatario de estado y al ex presidente. Y no solo eso, Germán Vargas Lleras ex candidato de las últimas elecciones que no pasó a dicha segunda vuelta le desviaron recursos que terminaron en la campaña de Duque. Pero hoy, curiosamente no hay quien dé un testimonio formal a la fiscalía general de la nación, el ñeñe muerto y todos los implicados negando su existencia y su vínculo, solo quedan los audios de evidencia que están siendo investigados.
mientras sigamos en esta putrefacción y detrimento constitucional, político y democrático con quienes no llevan la realización de política a un ejercicio limpio y transparente, Colombia seguirá con una pésima imagen internacional, sin recursos del estado porque se desvía a llenar los bolsillos de quienes luchan por ese conflicto de intereses más propios que colectivos y no se verá reflejado el desarrollo de una sociedad distinta.
Por : Santiago Bernal
Instagram: @santibernal100
Foto: Shutterstock
*Las opiniones expresadas no representan la posición editorial de Zona Captiva. Es responsabilidad exclusivamente del autor.
