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Seguras, triunfadoras, sororas y en Paz

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Imagen de: Poderlatam.com

Construyamos un mundo en el que, gracias a la experiencia de una, aprendamos todas.

Durante años los movimientos pro defensa de las mujeres han librado batallas inimaginables por visibilizar al género, pero en los últimos años estas peticiones se han resumido en una sola y mágica palabra que encierra dentro de sí los más recónditos anhelos de una mujer, que no es otra que la Paz.

Sí, aunque suene utópico, las reivindicaciones, políticas, laborales, económicas y sociales quedan contenidas en esta palabra, pues si desde las leyes, el comportamiento ciudadano y gubernamental se brinda paz a las mujeres, eso significaría que nos sentimos plenas y conformes con nuestro desempeño profesional, laboral, político, económico y emocional.

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¿Qué se pretende con instrumentos como ‘La Carta de las Mujeres a la Humanidad’ suscrita en el año 2000 o el Movimiento de Mujeres en el Mundo de 2004? pues simplemente que se nos brinden de manera efectiva oportunidades de convivencia equitativas con el resto de la población, sin que nuestro desarrollo se vea afectado por la desigualdad y la crispación social de la que por siglos hemos sido víctimas.

Es así como factores tan inquietantes para nosotras como la violencia, los derechos políticos, económicos y la inseguridad, han sido inteligentemente englobados en la contundente solicitud de un mundo en el que podamos vivir en Paz.

Paz es al género, tan igual a crecer, desarrollarse, estudiar, trabajar y elegir la vida que queremos llevar sin estar condicionadas a una decisión masculina. Creo que el secreto de quizá el fracaso de movimientos anteriores a esta época radicó en la participación masculina dentro del marco de los procesos de consecución de nuestros derechos. Por tanto, en la actualidad somos muchas las que a través del uso inteligente y globalizado de las comunicaciones estamos organizándonos y replicando experiencias exitosas promovidas por mujeres de diversos lugares del planeta, en donde uno de los principios fundamentales es la llamada sororidad o hermandad de mujeres apalancando mujeres, un  concepto que nos motiva a dejar a un lado la rivalidad de género y reemplazarla por la empatía y acompañamiento del mismo en pro del desarrollo progresivo y sustentable de todas.

Así que llegó la hora de la fraternidad, el derrocamiento del individualismo y la falta de tolerancia, demostremos de qué estamos hechas y hasta dónde podemos llegar cuando trabajamos las unas para las otras y todas por y para todas. Dios bendiga a las mujeres del mundo.

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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Poderlatam.com
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