Disney y Pixar nos llevó en un viaje increíble a través de la mente de Riley en «Intensa-Mente», donde cinco emociones principales —Alegría, Tristeza, Miedo, Desagrado y Furia— gobernaban sus reacciones ante el mundo. Con la llegada de «Intensa-Mente 2», se introducen nuevas emociones que enriquecen aún más este universo. Pero, ¿Qué pasaría si fuéramos nosotros quienes encarnáramos estas emociones? ¿Cómo nos cambiaría esta experiencia?
Una vez más, tuve la fortuna de estar en la premier. Esta vez la oportunidad fue para Intensa-Mente 2, por esta razón, y mientras veía la película, pensaba si fuéramos los que encarnáramos las emociones o estuivieran en nosotros. Hablemos de cada uno de ellos.
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Alegría siempre busca el lado positivo de las cosas, incluso cuando todo parece ir mal. Si fuéramos Alegría, tendríamos la tarea de mantener el ánimo y la esperanza de nuestra persona, recordándoles que siempre hay algo bueno en cada situación. En la vida real, no siempre es fácil ser optimista, pero Alegría nos enseñaría a encontrar pequeños momentos de felicidad en medio de la adversidad.
Tristeza nos muestra la importancia de sentir y expresar nuestras emociones negativas. Si fuéramos Tristeza, ayudaríamos a nuestra persona a procesar sus pérdidas y decepciones. Tristeza nos enseñaría que está bien no estar bien y que llorar puede ser una forma de sanar, recordándonos que las emociones negativas son una parte esencial de nuestra salud mental.
Miedo protege a su persona de posibles peligros. Si fuéramos Miedo, estaríamos siempre alertas para anticipar riesgos y mantener a nuestra persona a salvo. Aunque a menudo criticamos nuestros miedos, ellos cumplen una función vital. Miedo nos enseñaría a equilibrar nuestra cautela con la valentía, reconociendo que el miedo también puede ser una guía útil para evitar problemas.
Desagrado ayuda a su persona a mantenerse alejada de cosas que podrían ser dañinas o desagradables. Si fuéramos Desagrado, estaríamos constantemente evaluando lo que es bueno o malo para nuestra persona. En nuestras vidas, el desagrado nos ayuda a establecer límites y proteger nuestro bienestar. Desagrado nos mostraría la importancia de ser selectivos y mantenernos alejados de lo que nos hace daño.
Furia se manifiesta cuando se percibe una injusticia o una situación intolerable. Si fuéramos Furia, seríamos los defensores de nuestra persona, asegurándonos de que sus derechos sean respetados. Aunque la furia puede ser destructiva, también puede ser una fuerza poderosa para el cambio. Furia nos enseñaría a canalizar nuestra ira de manera constructiva para luchar por lo que es justo y necesario.
Con «Intensa-Mente 2», se introducen nuevas emociones que amplían el repertorio emocional en esta nueva secuela que nos trae Disney y Pixar.
Ansiedad, como una nueva emoción, estaría constantemente preocupada por el futuro y los posibles problemas que podrían surgir. Si fuéramos Ansiedad, nos encontraríamos siempre planificando y anticipando para evitar errores. Aunque puede parecer agotador, Ansiedad nos enseñaría a prepararnos y a ser proactivos en nuestras vidas, reconociendo que la precaución también tiene su valor.
Esperanza nos impulsa a creer en un futuro mejor, incluso cuando las circunstancias actuales son desalentadoras. Si fuéramos Esperanza, nuestra misión sería mantener viva la llama de la posibilidad y la fe en tiempos difíciles. En nuestra vida diaria, Esperanza nos recordaría que siempre hay luz al final del túnel y que mantener una visión positiva puede ayudarnos a superar las adversidades.
Culpa nos hace reflexionar sobre nuestras acciones y sus consecuencias. Si fuéramos Culpa, estaríamos constantemente evaluando nuestros comportamientos para asegurarnos de que estamos actuando de manera ética y justa. En nuestras vidas, Culpa nos enseñaría la importancia de la responsabilidad personal y de aprender de nuestros errores para ser mejores personas.
Imaginarnos como las emociones de alguien más en «Intensa-Mente 2» nos ofrece una perspectiva única sobre cómo cada emoción tiene su propio valor y propósito. A menudo tratamos de suprimir nuestras emociones negativas, pero esta película nos recuerda que todas nuestras emociones son esenciales para una vida equilibrada. Seríamos más compasivos con nosotros mismos y con los demás al reconocer que cada emoción tiene un papel que jugar en nuestra experiencia humana.
En el fondo, seríamos como una orquesta, donde cada emoción contribuye con su propio instrumento para crear la sinfonía de nuestra vida. ¿Y si aprendiéramos a escuchar y apreciar cada nota, incluso las que parecen desafinadas? Tal vez así, podríamos vivir una vida más completa y auténtica.
Y tú, ¿Con qué emoción te identificas?
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Por: Daniel Felipe Carrillo
Instagram: @felipecarrilloh1
Imagen: Archivo Zona Captiva
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