En términos globales el compromiso implica que un ente asumirá la responsabilidad en el cumplimiento de cualquier forma de obligación vinculante, en la cual dos o más partes están involucradas.
Ese proceso de compromiso ha permitido a las naciones consolidarse y prosperar en todos los ámbitos especiales en la que destacan todas y cada una de ellas, sea económica, social, productiva, de conocimiento, entre otros ámbitos de desarrollo.
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Pero han habido crisis, como las que padecemos actualmente, en las que las sociedades son puestas a prueba, pues tanto el individuo como las instituciones son incapaces de suplir con eficiencia las demandas exigidas y se sobrecargan. Son estas situaciones las que forjan el futuro de las naciones más audaces que perfeccionan sus planes frente a emergencias.
Por otra parte, dilemas ideológicos, personalistas y dogmas políticos han presentado el reto más resiliente a contramedidas que las instituciones y las naciones deben enfrentar.
No tenemos más problemas en el exterior que dentro de nuestras fronteras, reflexionemos en soluciones para recordarles a nuestros líderes lo que esperamos de ellos, y comprometerlos a gestionar sus cargos conforme la nacion lo exige, por encima de cualquier ambición personalista o partidista, no es solo Colombia, Venezuela, México o Perú, todo el continente debe mirar hacia el desarrollo… Es cuestión de tiempo para que el destino juzgue a las naciones por sus acciones, o inacciones.
No es posible que luego de tan grandiosos avances en materia de globalización aún no seamos capaces como sociedades, de explotar los mejores atributos de cada región y solventar las carencias compartiendo las lecciones aprendidas en la historia de cada nación. Al contrario, argumentamos proyectos de integración mientras seleccionamos que nos permitan el libre ingreso a otros países, pero sin permitir que otros ingresen de manera libre.
Seleccionamos incluso con quien relacionarnos como nacion por el color de su bandera en vez de por sus meritos como sociedad. Somos seres complejos pero como sociedad somos seres aún más complicados, con pocas opciones de mejorar debido a este comportamiento.
«Siembra fama y échate a dormir», una triste célebre frase que nos muestra que la intención no cuenta, sólo tus acciones, y como naciones, acciones vergonzosas no nos hacen ningún bien y nos condena al atraso.
Soy consciente de que somos una sociedad relativamente joven, con mucho que aprender, y mucho que ofrecer a nosotros mismos en pro de nuestro futuro, epro es cuestión de un consenso real, oportuno y completo, ¿Qué les piensan decir a las futuras generaciones?
Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Garrido Fresh Mentoring
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