Ya empezaron otra vez los azarosos sabelotodos a cuestionar los hechos de nuestra existencia…
Es increíble la cantidad de información que la evolución a la internet nos permitió acceder, cientos y miles de gigabytes de conocimiento, vasto y suficiente para colmar a la población de un saber que haría posible un hiperdesarrollo generacional que sólo se vería superado por las grandes plataformas literarias de ciencia ficción que hoy conocemos.
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Pero qué cosas, resulta que estamos en un mundo donde lo absurdo y sin sentido cobra más relevancia que lo que realmente como personas deberíamos priorizar; las grandes teorías conspirativas que no pasan del término «teoría» acaparan atención, relevancia y apoyo en una proporción realmente absurda, pues, entre más ridícula sea la teoría más adeptos gana, pues ciertamente, para entender lo realmente cierto hace falta conocimiento…
¿Cómo puedo ejemplificar esto? Quiero que se pregunten cuánta «estupidez» han escuchado acerca de las vacunas, sin pruebas científicas de fondo, pero que gozan de una popularidad realmente sofocante: Enfermedades secundarias, química deficiente, infertilidad, demencia, hasta supe de una teoría que dice que te induce una especie de tiempo de vida limitado: es decir, la vacuna te va a matar en menos de una década…
¿En serio vamos a ser tan bobos para añadir, a los problemas que ya tenemos, más incertidumbre a nuestras mentes sólo para complacer a los teoristas, «expertos» en materias, y «amigos de la tía de la sobrina de la prima de una vecina»? Yo me niego a ello, prefiero pasar horas en internet buscando información sólida verificable, que diez minutos en TikTok o Instagram viendo a frustrados hablando términos que ni ellos entienden…
¿Y tú? ¿Qué piensas hacer?
Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Archivo Zona Captiva
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