El 2021 llegó con un aumento «histórico» en el salario mínimo en Colombia, pero este solo fue una burla para el pueblo, ya que al día, el verdader incremento es de mil pesos, mientras que los congresistas si alcanzaron un aumento de 2 millones de pesos.
Vivimos en un país con una economía en que a los pobres se les hace más pobres con el paso de los años y es imposible pedir que se ahorre cuando el dinero no alcanza ni para suplir las necesidades básicas de las personas.
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A la par del mínimo, sube la canasta familiar, los impuestos, los peajes, la gasolina, los comparendos, entre otros diferentes ámbitos de la vida diaria de los colombianos mostrando una vez más que, aunque todo sube, jamás el dinero alcanza.
Siempre he creído que no doleria pagar este tipo de impuestos o aumentos si el dinero recaudado se viera reflejado en infraestructuras y educación, pero a todos los colombianos de a pie nos duele ver cómo se vuelve más cara la vida obligándonos a pagar de más por cosas necesarias como gasolina, transporte, o alimentación, y que al final el dinero que se recauda para el gobierno termina en los bolsillos de algunos ladrones de cuello blanco.
No se trata de mendigar ingresos, ni de ser «izquierdista» al pedir un aumento de salarios que signifiquen de verdad una mejoria en la calidad de vida de los ciudadanos, es una obligación como colombiana exigir al Gobierno Nacional que nos tome en serio como pueblo, que nuestros impuestos y todo lo que pagamos sirvan para que al final logremos tener una mejor capacidad adquisitiva y así promover de raíz la economía del país.
Los empresarios y sindicatos realmente deberían propender por algún día llegar a un acuerdo justo para los trabajadores, los verdaderos ejes centrales de la economía, ya que si sigue promulgandose el aumento del salario mínimo por decreto gubernamental, somos todos los que terminaremos perdiendo.
Todos somos conscientes de los aumentos que cada enero llegan, pero espero que para el 2022 los aumentos sí nos hagan felices y no nos hagan sentir que iniciamos el año con dolores de cabeza a causa de una economía mal distribuida.
Por: Paula Andrea Porto Tavera
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Freepik
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