A corte del 23 de mayo del 2021 han pasado 26 días de Paro Nacional en Colombia, tiempo en el cual se han usado tanta artimaña pueda cruzarse en la cabeza de una persona para deslegitimar la protesta de este paro, pero en vez de lograrlo solo han impulsado a que continúe firme y en pie de lucha consiguiendo objetivos que parecían inalcanzables.
Todos los paros que se han hecho en Colombia han generado controversia, siempre estará quienes apoyen y quienes no, y es normal, al fin de cuentas vivimos en una democracia donde la libre expresión es un derecho constitucional, sin embargo, en los recientes paros las cosas han estado cruzando líneas que no deberían cruzarse, pues las personas en su diario vivir repiten cosas para deslegitimizar las marchas haciendo que se encienda más la controversia y que no logremos llegar nunca a la unión que tanto se necesita actualmente.
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A diario, es normal oír por las calles y en los entornos a los que pertenecemos algunas cosas como: “ya no saben ni por qué están marchando”, “eso solo son vándalos que quieren dañar al país”, “son los extranjeros que se aprovechan de la situación quienes hacen todos los males”, entre otros comentarios fuera de lugar que, para alguien que hasta ahora se esté informando sobre el Paro Nacional, lleguen a generar una confusión e incluso, una primera mala impresión de lo que está sucediendo en las calles del país. A diario, la división política y la niebla en el racionamiento de la realidad de Colombia se incrementa más y por eso es que hay personas que al quedarse sin argumentos deciden acudir a las frases sin sentido sobre el paro.
Recientemente escuché una frase sin sentido que me llegó al fondo de mi alma porque me sentí herida e insultada, la frase fue “eso no es más que todos esos veinteañeros se pongan a trabajar y verá que se acaba el paro”, como si conseguir trabajo fuera tan fácil en este país. Uno de los motivos por los cuales se está en la calle es por la falta de oportunidades académicas y laborales para los jóvenes del país, hecho que no se va a solucionar ofreciendo matricula cero solo por unos semestres o abriendo 10 mil call centers que contraten jóvenes, o dándoles un subsidio de vivienda que van a tener que pagar a 20 años con sueldos paupérrimos y que cada día alcanzarán para menos.
Los veinteañeros como llaman a los protestantes son una generación que se cansó de tener que vivir en condiciones de precariedad, trabajando como esclavos para sueldos miserables y con tan malas oportunidades que estudian 5 años una carrera profesional para terminar trabajando en lo que salga porque no se puede ser exigente, aclaro, el trabajo dignifica, pero uno no estudia el tiempo que estudia para terminar haciendo algo totalmente distinto durante toda su vida. Todos los que nacimos hace 20 o 30 años ya estamos cansados que nos digan vagos, que siempre que salimos a exigir lo justo terminemos siendo tachados como los “vándalos” de la historia, cuando la lucha que hacemos a diario es para darle un mejor país a los que nos precedan. Nosotros queremos trabajar, queremos avanzar, pero quién nos da la oportunidad. Es muy fácil decir que todos los del paro no estudian o no trabajan, pero saben cuántas hojas de vida en promedio se deben enviar para que al menos el candidato sea llamado a una entrevista, se deben enviar 50 y se debe esperar solo ser contactado por dos o tres de esas vacantes y rogar que alguna no tenga “rosca” y se dignen a darle la oportunidad a un recién egresado. Nuestro tiempo libre no solo se trata por ser “vagos” realmente es por la falta de garantías para nuestra vida laboral.
Una persona cuando se queda sin argumentos usa tanta artimaña se cruce en la cabeza para intentar ganar la discusión, dirían por ahí “da patadas de ahogado”, y es molesto que saquen comentarios tan descabellados como los expuestos en este texto y los que estoy segura se les acaban de venir a la mente leyendo esto, porque no podemos seguir deslegitimizando la protesta en nuestro diario vivir. Debemos es más bien unirnos en una sola voz y demostrar de una vez por todas que el pueblo tiene poder, voz y voto, y que merece respeto… ese respeto que durante años nos han negado.
Como campaña propongo que cada que alguien salga con una frase sin sentido lo ayudemos a salir de esa falta de empatía y le mostremos con hechos reales las cosas por lo que sí vale la pena protestar, así ya no estaremos unos contra otros, y sí todos contra la corrupción; pero si razonar no es viable, simplemente hagamos que nuestras acciones hablen por sí solas, y sigamos consiguiendo hechos históricos como hasta ahora lo ha logrado el Paro Nacional para que cuando la historia sea contada de nuevo, esta vez sí sea hecho desde la victoria y no desde el odio de aquellos que intentan a toda costa hacer quedar mal a todos aquellos que luchan por Colombia. ¡Viva el Paro Nacional!
Por: Paula Porto
Instagram: @paulaportocine
Imagen: Colprensa
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