Qué difícil es sentirse derrotado, cuando te sacan de la carrera de una manera injusta y descarada, te deslizas por la pista impotente hasta estrellarte contra la defensa, inmóvil, confundido pensando en si desistir y esperar otra oportunidad, o desafiar el momento y contra todo pronóstico salir al ruedo y recuperar aquello que te ha sido arrebatado.
En una carrera no sólo se exponen en la pista las habilidades y pericias de los competidores, también se ponen a prueba sus sentidos, sus voluntades y la fuerza de estas. De nada sirve tener voluntad si no puede enfrentarse al más mínimo obstáculo.
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Grandes hazañas se logran bajo las más rudas condiciones de competitividad, las más desalentadoras estadísticas pueden lograr las más astutas estrategias, y las más formidables oposiciones.
Volver a la carrera requiere de coraje, es aquel corredor que en algún momento derrotado decide abandonar la carrera, para prepararse para la siguiente oportunidad que se le presente, si acaso en algún momento llega a presentarse. Cuando se vuelve a la carrera, la imagen frente a los demás cambia: Todos desean saber qué puedes demostrar en ésta ocasión, la diferencia entre la vergüenza y el éxito total depende completamente del resultado de su desempeño.
Aquel que retorna con una carta ganadora hace historia para su entorno y será recordado por sus oponentes, quien regresa con la mano perdedora no durará en la memoria de nadie, en algún momento será el ejemplo de como no hacer las cosas.
Estrategia, coraje, sabiduría, decisión, voluntad, y fortaleza son necesarios para emprender el retorno, una tutela correcta que pueda servir de guía y soporte y guia para tomar las correctas decisiones antes, durante y después de cualquier acontecimiento.
Actualización constante, progresar en la constante mejora de las habilidades personales es fundamental para un arranque con fundamento, una presión sobre los contrincantes eficaz, y una influencia innegable sobre el terreno de juego.
Volver a la carrera después de una injusta caída, es la mejor decisión, siempre, lo demás es accesorio para acompañar el éxito de tal decisión.
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: JIT
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