Son muchos los mitos existentes alrededor de la diabetes, una enfermedad prolongada (crónica), en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de glucosa (azúcar) presente en la sangre.
Si bien es cierto que la diabetes es una enfermedad a la que se le debe prestar atención y que requiere cambios importantes en el estilo de vida, son muchas las informaciones equívocas prevalentes en la población, que pueden retrasar la consulta, el diagnóstico y el tratamiento oportuno, por ello, el equipo multidisciplinario de la Asociación Colombiana de Diabetes, Asodiabetes, emprende una campaña informativa para despejar esas dudas y entregar información veraz que eduque a los pacientes, sus familias y en general, a la opinión pública.
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Mitos
Mito: “Nadie en mi familia tiene diabetes, así que no padeceré la enfermedad”.
Realidad: Aunque es verdad que, si alguno de los padres tiene diabetes, se aumenta el riesgo de padecer la enfermedad, no es cierto que una persona sin antecedentes familiares de diabetes esté exenta de padecer la enfermedad, explica la doctora Dilcia Lujan, endocrinóloga de Asodiabetes.
Mito: “Como soy flaca nunca tendré diabetes”.
Realidad: Es cierto que el exceso de peso aumenta la probabilidad de tener diabetes; sin embargo, existen personas con sobrepeso u obesas que nunca desarrollan la enfermedad; al igual, que personas delgadas que la padecen. En ese sentido, la mejor decisión es disminuir el riesgo al hacer cambios nutricionales inteligentes para mantener un peso saludable, principalmente el control y disminución de azúcares y carbohidratos explica la doctora Claudia Gamboa nutricionista de Asodiabetes.
Mito: “Como la diabetes me dio por comer azúcar si dejo de hacerlo me curaré”.
Realidad: La diabetes no se causa directamente o solo por consumir azúcar, pero en cualquier caso su consumo es muy perjudicial para la salud y lo recomendable es suprimirla completamente de la alimentación desde la infancia con ello no se desarrolla el hábito del consumo, en los casos en los que ya se encuentra instalada esa costumbre, se debe reducir gradualmente y en los pacientes diabéticos sí es necesario suspender todo tipo de azúcares incluyendo panela y miel que deben ser sustitutos con productos como la estevia, el jarabe de yacón y frutas como el banano.
La confusión con este tema se explica dado que cuando se consumen alimentos, estos se convierten en glucosa, que es una fuente de energía para el cuerpo. La insulina transporta la glucosa de la sangre a las células. Una persona con diabetes no produce la suficiente insulina o no la puede utilizar de manera correcta, lo que sube el nivel de azúcar en la sangre. Por ello, es absolutamente necesario que cuando una persona sea diagnosticada con diabetes, elimine el azúcar de sus hábitos de consumo por el bien de su salud, pero una vez se desarrolla la enfermedad, sólo un seguimiento médico con expertos, ejercicio, buena alimentación y en algunos casos tratamiento farmacológico pueden controlar la enfermedad.
Mito: “Me dijeron que tengo diabetes y ya no puedo comer nada rico”.
Realidad: Las personas con diabetes pueden consumir casi los mismos alimentos que todos los demás, pero es necesario educarse en cuánto a elección, variedad y sustitución de alimentos. Asodiabetes recomienda que las pacientes obtengan sus carbohidratos de los vegetales, granos integrales, frutas y legumbres. Evitar los alimentos con altos contenidos en grasa, sodio y azúcar, pero esto aplica también para todas las personas que quieren llevar una vida saludable.
Mito: “No debo hacer ejercicio porque tengo diabetes”.
Realidad: Por el contrario, hacer ejercicio de manera regular es una parte importante del manejo de la diabetes. El ejercicio ayuda a impulsar la sensibilidad del cuerpo a la insulina. El tiempo y el tipo de actividad debe ser consultado con el médico tratante o el educador en diabetes.
Mito: “Tengo el azúcar alto, pero no soy diabética, entonces no me preocupo”.
Realidad: La prediabetes describe los rangos de azúcar en la sangre que no son normales y advierte el riesgo de padecer la enfermedad, por tanto, la indicación principal es el cuidado preventivo, empezando por la disminución de consumo de azúcar, la realización de actividad física y la suspensión de ingesta de gaseosas, jugos de caja y harinas procesadas como pan y bizcochería.
Mito: “Puedo dejar de tomar los medicamentos para la diabetes una vez que mi azúcar en sangre esté bajo control”.
Realidad: Algunas personas con diabetes tipo 2 pueden controlar su azúcar sin medicamentos al bajar de peso, consumir una dieta saludable y hacer ejercicio; no obstante, la diabetes es una enfermedad progresiva que debe tener supervisión médica y revisiones constantes para decidir la intervención farmacológica más adecuada señala la doctora Lujan.
Mito: “Los niños con diabetes no crecen”.
Realidad: Los menores y sus familias que toman con responsabilidad la enfermedad y siguen las indicaciones médicas tienen un crecimiento normal. Solo cuando un menor tiene un inadecuado manejo de la insulina, se puede afectar la estatura.
Mito: “Los licuados de nopal o hierbas como la moringa curan la diabetes”.
Realidad: Aunque algunas investigaciones afirman que el consumo de nopal y ciertas verduras tiene un efecto positivo en general sobre un buen estado de salud, no es cierto que puedan curar la diabetes. Sucede lo mismo con la moringa y otras hierbas. La decisión de los alimentos más adecuados para una persona con diabetes debe ser consultada a un médico nutricionista especialista en diabetes. Lady Carolina Nieto Marín, enfermera profesional y educadora de Asodiabetes señala enfáticamente que “no existen soluciones mágicas para esta condición, y aunque no fue elección de los pacientes tener diabetes, si debe ser su responsabilidad cuidarse para no tener sus complicaciones”.
Mito: “La insulina provoca ceguera”.
Realidad: Esta es una de las creencias más difundidas en la población y es totalmente falsa. Lo que sucede es que la ceguera, las amputaciones de pie, el daño de riñón son complicaciones a largo plazo, que en algunos casos coinciden con la prescripción médica de la insulina y de ahí la confusión de las personas. La insulina es un medicamento seguro, eficaz y eficiente probado hace muchos años. La tarea educativa de entidades como Asodiabetes precisamente apunta a evitar llegar a estas complicaciones.
Mito: “La diabetes es contagiosa”.
Realidad: No, ninguno de los dos tipos de diabetes se contagia.
Mito: “La diabetes se cura”.
Realidad: No, la diabetes no se puede curar hasta el día de hoy, pero es una enfermedad crónica que se puede controlar y que con la información necesaria y un tratamiento adecuado permite una buena calidad de vida. La ciencia ha avanzado mucho en los últimos 20 años en biología molecular, bioquímica, fisiología, nutrición y endocrinología, por lo que hoy el conocimiento, manejo y recomendaciones sobre la enfermedad son más precisas y permiten llevar una vida bastante normal.
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Finalmente, la educadora en diabetes Nieto Marín insiste en que el paciente con las herramientas de educación necesarias, con el autoconocimiento adecuado y con actitud activa puede “resolver situaciones cotidianas, prevenir las complicaciones y tener calidad de vida en todas las actividades que desee”.
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