Las úlceras de las piernas y en especial las de origen vascular representan un desafío significativo para la salud pública en todo el mundo, afectando la calidad de vida de millones de personas.
Las vasculares pueden tener origen en enfermedades arteriales o venosas. Las últimas ocurren cuando las venas en las piernas no retornan correctamente la sangre de nuevo hasta el corazón. Este represamiento de la sangre aumenta la presión y favorece la inflamación por exceso de líquido. Sin tratamiento en la zona afectada se pueden producir incluso llagas abiertas en la piel.
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Las úlceras de origen vascular son una consecuencia directa de trastornos circulatorios, como la insuficiencia venosa crónica o la enfermedad arterial periférica. Las venas tienen válvulas unidireccionales que mantienen la sangre circulando adecuadamente hacia el corazón. Cuando estas se debilitan o las venas presentan obstrucciones o cicatrices, la sangre se puede devolver y represar en las piernas. Esto es conocido como insuficiencia venosa. El aumento de la presión y líquidos impiden que los nutrientes y oxígeno lleguen a los tejidos y ello provoca muerte celular, daño de tejido y ulceración. «Las úlceras de origen vascular a menudo son subdiagnosticadas o mal diagnosticadas», el doctor Alberto Muñoz Hoyos, reconocido especialista en el campo de la cirugía vascular y endovascular y director clínico de la Clínica Vascular de Bogotá, enfatiza en la importancia del diagnóstico temprano para el tratamiento efectivo de estas úlceras y agrega que, «es esencial que los profesionales de la salud estén alerta a los signos y síntomas que pueden indicar la presencia de una úlcera vascular, como la pigmentación de la piel y la hinchazón de las extremidades».
Cuando la sangre se represa en las venas de la parte inferior de la pierna, el líquido y las células sanguíneas se escapan hacia la piel y otros tejidos. Esto puede causar piel delgada con picazón y conducir a cambios en la piel, conocidos como dermatitis por estasis.
Otros síntomas iniciales abarcan hinchazón, pesadez y calambres en las piernas; piel endurecida y de color rojo oscuro, morado, marrón (esta es una señal de que la sangre se está represando), picazón y hormigueo.
Los signos de alarma son:
- · Dolor de pierna.
- · Exceso de drenaje o de color amarillento y turbio.
- · Sangrado.
- · Pus.
- · Mal olor.
- · Fiebre o escalofríos.
Factores de riesgo:
- · Antecedentes de coágulos sanguíneos en las piernas (trombosis venosa profunda).
- · Obstrucción de los vasos linfáticos que causa acumulación de líquido en las piernas.
- · La edad avanzada, ser mujer o ser alto.
- · Antecedentes familiares de insuficiencia venosa.
- · Obesidad.
- · Embarazo.
- · Tabaquismo.
- · Sentarse o pararse por períodos de tiempo prolongados.
- · Fracturas de huesos largos en las piernas u otras lesiones graves, como quemaduras o daño muscular.
- · Mal cuidado de una herida.
Tratamiento:
Un especialista vascular debe evaluar el grado de insuficiencia venosa o várices del paciente, así como la posible presencia de enfermedad arterial y trastornos del sistema linfático; se determina y se planea el tratamiento a realizar para posteriormente realizar el procedimiento. En general, se remite el caso a clínicas especializadas en úlceras para las curaciones. En el caso de la Clínica Vascular de Bogotá los tratamientos pueden incluir terapias de compresión, procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos, recomendaciones de postura, ejercicio, utilización o no de vendaje o medias especiales, terapias avanzadas de cicatrización de heridas y cirugías. El enfoque es personalizado para cada paciente, considerando la causa subyacente de la úlcera y su estado de salud general.
Prevención:
El doctor Muñoz Hoyos invitado permanente a congresos internacionales y un experto en el tema insta a la población a estar informada sobre las úlceras de origen vascular y a tomar medidas preventivas, como mantener un estilo de vida saludable, controlar las enfermedades crónicas que pueden aumentar el riesgo de estas afecciones y medidas puntuales como “revisar sus pies y piernas todos los días: la parte superior y por debajo, los tobillos y los talones. Busque grietas y cambios en el color de la piel”.
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La detección temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Ciertos cambios de estilo de vida pueden mejorar la circulación, ayudar a prevenir las úlceras venosas o ayudar a sanarlas:
- · Mantenga la piel de la parte inferior de sus piernas bien humectada.
- · Deje de fumar. El tabaquismo es malo para los vasos sanguíneos.
- · Si tiene diabetes, mantenga los niveles de azúcar en la sangre bajo estricto control. Esto le ayudará a sanar más rápido.
- · Haga ejercicio lo más que pueda. Permanecer activo ayuda con la circulación.
- · Consuma alimentos saludables y duerma mucho por la noche.
- · Baje de peso si tiene sobrepeso.
- · Controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.
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