Luego de una ruda campaña negativa, y grandes obstáculos políticos que negaban su ascenso, el primer presidente liberal libertario logra la aprobación de la primera de una serie de leyes enfocadas en la apertura económica, reducción de impuestos, control del gasto público, y lucha contra la corrupción, entre otras fuertes y polémicas propuestas que están patentes en los proyectos de Ley aún pendientes por presentar.
¿Cómo llegó Argentina a este punto tan caliente? ¿Cómo una nación tan famosa por su cultura, su historia, y su potente industria enfrenta un histórico choque de Titanes políticos?
Luego de la última dictadura militar, Argentina recupera el orden constitucional y democrático en 1983, luego de una sostenida y prolongada serie de golpes de Estado y retornos democráticos; desde entonces, una sólida influencia de partidos afines a las ideologías de los partidos de izquierda dominó una gran parte del tiempo tanto en la presidencia como en el cuerpo legislativo.
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Luego de fuertes crisis económicas, causadas por errores que nadie desea aprender a no repetir, Argentina se ha visto envuelta en una serie de “defaults” de pago de deuda externa tanto con organismos multilaterales como con particulares, fuertes escándalos de corrupción, una potente realidad de pobreza general de la población sólo comparables con los que actualmente Venezuela puede mostrar vergonzosamente ante el mundo.
Llega Javier Milei, con su partido político La Libertad Avanza, con ideas libertarias bastante agresivas que buscan revertir políticas estatales invasivas en la economía, reducir impuestos superfluos y sin sentido, y con una fuerte voluntad de privacidad las empresas públicas que actualmente no han reportado más que pérdidas mil millonarias y una carga insoportable en el bolsillo del argentino de a pie.
La llegada de un economista libertario, fanático del rock, con fuertes tendencias antiestatales y una narrativa “anticasta” sólo ha sido posible gracias a dos factores claves:
- En primer lugar, el hastío de la población frente a los partidos políticos tradicionales, que incumpliendo sus promesas se perpetuaban en el poder acumulando riquezas y privilegios a medida que la nación se empobrecía.
- En segundo lugar, una guerra cultural protagonizada por el mismísimo Javier Milei, una guerra que se daba en los programas televisivos más populares de la televisión logrando hacer que su mensaje llegara a una gran parte de la población, lo que consolidó su imagen a lo largo de los años.
Estos factores lograron que la población entendieran que podían pelear contra el “establishment” político, y podía haber una alternativa a la ya desgastante política estatal socialista.
Después de 6 meses de gobierno, de una cruda batalla en los cuerpos legislativos, y fuertes negociaciones, el congreso le ha dado luz verde al primer proyecto del gobierno actual. Un primer paso, para un país que todos observan con mucha expectativa, y que esperemos nos guíe en el futuro por una economía latinoamericana más próspera y más correcta.
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Por: Jean Carlos Guerra
Instagram: @jeanguerra.95
Imagen: Página 12
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